domingo, 14 de octubre de 2012

MACHISMO: EL CONTROL FUERA DE CONTROL.




“Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública o en la vida privada”. (Consejo Económico y Social, ONU, 1992).


Este es un problema social, que afecta desde el principio de la historia de la civilización humana, es el tan bullado problema del machismo, el control del hombre sobre la mujer, el gobernar autoritariamente las acciones y decisiones a través primeramente con violencia psicológica y posteriormente agregando violencia física. Pero este problema ¿Qué tanto nos afecta ? ¿Qué tan común es ? ¿Quiénes son los responsables?

De acuerdo a los resultados de la ENDIREH 2006, en México el 43.2 por ciento de las mujeres de 15 años y más sufrió algún incidente de violencia por parte de su pareja (esposo o pareja, ex‐esposo o ex‐pareja, o novio) durante su última relación. El porcentaje fluctúa entre 54.1 por ciento en el Estado de México y 33.7 por ciento en Coahuila de Zaragoza. De estas mujeres, 37.5 por ciento declaró haber recibido agresiones emocionales que afectaron su salud mental y psicológica; 23.4 por ciento recibió algún tipo de agresión para controlar sus ingresos y el flujo de los recursos monetarios del hogar, así como dudas respecto a la forma en que gastaba dicho ingreso. Dos de cada diez mujeres dijeron haber sufrido algún tipo de violencia física que les provocaron daños permanentes o temporales. Los contrastes por entidad federativa son notables: en Tabasco 25.7 por ciento de las mujeres vivió este tipo de violencia, y en Tamaulipas alcanzó 13 por ciento.    Las mujeres víctimas de violencia sexual cometida por sus propias parejas representan 9 por ciento. 
Denuncia de la violencia: Del total de mujeres que han sufrido violencia física y/o violencia sexual por parte de su pareja o de su ex‐pareja   (23.2% entre las casadas o unidas; y de 42.4% de las alguna vez unidas), sólo el 17.8% de las casadas y 37.4% de las separadas denunciaron la agresión. 
Entre los principales motivos por los que las mujeres casadas no denuncian la violencia contra ellas por parte de su pareja se encuentra la creencia de que se trató de algo sin importancia (38.5%), por sus hijos (23.3%), por vergüenza (18.6%), por miedo (17.3%), porque no sabían que podía denunciar (10.5%) y porque no confían en las autoridades (8.4%). 

Al ver la estadísticas entramos en una duda ¿por qué se produce la violencia en relación al genero? Esto viene desde una época remota, desde la antigüedad, el machismo siempre ha estado con nosotros. Se ha entendido que el hombre ha sido siempre la figura de poder, del dominio sobre otros y la mujer queda de lado como un reflejo de sumisión y debilidad. Aquello que motiva el control sobre la mujer depende de tres factores principales que son: Económicos en un 41%, culturales en un 36.4% y educativos en un 22.6%, la influencia de la sociedad en este acto va estrictamente relacionado, se ha creado a una cultura donde es socialmente aceptado que un hombre maltrate a una mujer y donde la mujer tiene que soportar los abusos como si el hombre fuese su poseedor esencial. Una de la principales causas por lo que muchas mujeres se vuelven victimas de violencia, según estudios de la Universidad Autónoma de México, es debido a la sumisión en la que viven, el temor y encubrimiento a su agresor, una baja autoestima que fortalece y justifica las acciones de su agresión, la falta de empatía por parte de las autoridades que muchas veces comparten este mismo pensamiento. 

La impunidad hacia aquellos que cometen actos violentos, principalmente hacia la mujer específicamente contra la pareja, es algo que se ha vuelto característico del sistema de justicia mexicano lo cual, reforzado por la corrupción, incita a que la conducta se repita. Es necesario que la sociedad razone sobre la gravedad de este problema, que acepte a las mujeres como un ser humano independiente, fuerte y que no debe ser sometido a sumisión Necesitamos una sociedad donde las relaciones interpersonales entre hombres y mujeres se basen en la tolerancia y el respeto mutuo. Algo más importante es la necesidad de una igualdad jurídica real entre hombres y mujeres, que no se discrimine por nada en lo absoluto, que la población en general lo reconozca y respete aquellas disposiciones que protegen a la mujer. Cómo bien un famoso psicoanalista llamado Sigmund Freud dijo alguna vez ''Anatomía es destino'', creo es tarea de todos comprobar que esa frase está equivocada y que la anatomía no debe de determinar la situación de una persona. 

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